lunes, 8 de octubre de 2007

mishka

Mishka fue un gato gordo que no tenía apellidos. Un día le llamé "The Cat" y se me ocurrió que "Zekat", no "Decat" como pensé en un principio, podía ser un buen apellido.
Mishka fue un gato gordo con el que nunca me llevé del todo bien aunque no nos llevásemos muy mal; dejaba pelos por todos lados, arañaba los muebles y sus orines tenían un olor insoportable a orines de gato.
No sé cuánto tiempo hace ya que empecé a utilizar su nombre. Fue antes de que se muriese por no sé qué enfermedad que le atrofió el hígado y los riñones, así que era un gato gordo que recibía correspondencia desde Estados Unidos, Holanda y Japón. Le invitaron a varias ferias internacionales en las que tuve la gentileza de inscribirle, pero rechacé presentar una charla en su nombre en Singapur.
Mishka fue un gato gordo que se murió.